exposicion del Buggy puelche, 30 años no son nada...
Diciembre nos tenía preparado una grata sorpresa: dos exposiciones del Buggy Puelche en Gonnet, la ciudad que lo vio nacer. Una suerte de homenaje al esfuerzo empresarial de fabricar un auto y, sobretodo, a Juan Arturo GARBARINI, creador y dueño de la empresa que lo fabricó en esa misma localidad cercana a la Ciudad de La Plata. El Club del Buggy no podía estar ausente y fue invitado a participar, oportunidad inmejorable para conversar con el creador del que para muchos es el más popular de los buggys de la época.
La primera de las muestras se desarrolló en la Escuela Tecnológica Nº 8 Juan Bautista Alberdi, como parte de la 4ª Expo Auto Industria; Muestra de Autos y Motos Clásicos, Antiguos y Reformados y de Náutica y Aeromodelismo. Unos días después, en el Club de Fomento de Gonnet, en el barrio Mapuches, pudo verse nuevamente el stand del Puelche. Fueron días en que el “glamour” del Puelche pareció reinstalarse como en los años ´70, en que Garbarini Automotores produjo casi 1.500 autos, muchos de los cuales circulan aún por nuestras calles.
Con dos Puelches Serie I y un Puelche Serie II se armó la muestra que contó con la presencia de su creador, Juan Garbarini que viajó especialmente desde México, país en el que reside desde hace muchos años. Lo acompañaron sus hijos Valeria, Paola y Juan Manuel y parte del equipo que trabajó en la fabricación del Puelche. Completaban el stand, planos, fotos de la fábrica de Gonnet y facsímiles de las cartas enviadas hace 36 años por Juan Manuel Fangio a los carroceros más importantes del mundo como Ferrari, Pininfarina y De Tomaso, que reconocerían la originalidad del Puelche, así como un testimonio de agradecimiento del reconocido piloto de Fórmula 1, Oscar "Popi" Larrauri por haber sido un Puelche el auto con el que ganó la primera carrera en su dilatada trayectoria deportiva.
Con el mismo entusiasmo de los años ´70, Juancho Garbarini nos mostró sus autos, nos contó detalles de los mismos y nos explicó algunas complejidades del emprendimiento que encarara en esa época. Y con el mismo espíritu de equipo, sus antiguos colaboradores lo escuchaban como hace 35 años. Nos quedamos con la idea que su regreso no se hará esperar y que un hombre como él, todavía puede darnos alguna sorpresa en materia de fierros artesanales.
Luego de un cordial almuerzo que nos ofreciera el equipo Puelche, hicimos entrega de pines con el logo del Club a los anfitriones; en horas de la tarde, los miembros del Club emprendimos el regreso a Buenos Aires con la sensación de que había pasado un día en los setenta...